Outreach
Marca Sarna, Mancomunidad
Federada
25 de Abril de 3055
Dos
meses había estado fuera del planeta. Dos meses que no había estado cerca de
una ciudad. Tres semanas de operaciones de combate y el resto del tiempo
encerrada en una nave de descenso. Ese era el resumen del último contrato con
la ManFed. Diane estaba satisfecha por los beneficios económicos y materiales
conseguidos, no así por otros detalles de su patrón, algo no había cuadrado
pero ya lo tomaría en cuenta para la siguiente negociación con la Mancomunidad.
También había sido el primer contrato que no estaba Caitlin al mando, Rodriguez
la había sustituido. Antonio la mantenía relevada de sus obligaciones a pesar
de que el plazo de la oferta de la Mariscal Stromp había finalizado en Febrero.
Mañana hablaría con ambos pero, ahora, solo contaba que el taxi casi le había
llevado a su casa.
El
apartamento se encontraba en penumbra. La luz de la estrella naranja se
filtraba por algunas de las cortinillas que no estaban del todo bajadas. El
salón olía a incienso perfumado con lo que Diane supo que Mei-Ling había ido
hoy a su casa y como siempre todo lo había dejado perfecto.
Dejo
parte de sus bártulos en un rincón de la cocina y permitió que la luz entrara
en la casa. La estrella de tipo K del sistema Outreach estaba casi a punto de
empezar a desaparecer tras el horizonte. Se concedió un par de minutos mientras
veía como la puesta del sol naranja ocurría sobre el lago Kearny. Esta era una
de las razones por la que había comprado el apartamento, sus vistas al lago.
Siempre lograba relajarla, aunque hoy no lo estaba consiguiendo. Las cosas
empezaban a cambiar, quizás tuviera que dejar este lugar.
—No hay que esperar la armonía, hay
que buscarla en el camino—Se dijo a si misma, recordando las palabras de su
tutor de la infancia.
Diane
salió de su contemplativo estado y se fue directamente al cuarto de baño. Busco
las sales aromáticas, empezó a llenar la bañera, fue a la cocina a hervir agua,
dejo lista la antigua tetera de su abuela en una sencilla bandeja de bambú y
después de mas de dos meses se pudo dar un relajante baño mientras se tomaba un
té.
Ya
había anochecido completamente cuando volvió al salón. Activo el Trideo y se sentó
con las piernas recogidas en el amplio sofá. El noticiario informaba acerca de
lo ocurrido hacia tres días. Aunque Antonio les había hablado sobre el tema
ahora que Diane lo estaba viendo en las noticias este tomaba una dimensión
distinta, de cómo podía afectar a la gente corriente del planeta. El debate que
se estaba emitiendo mostraba las opiniones de algunos periodistas y contertulios
acerca de dicho hecho.
Diane
subió el volumen del Trideo—Kevin,
hay que aceptarlo, Jaime Wolf ya no es el comandante en jefe
de los Dragones de Wolf—Dijo
un hombre de mediana edad con traje y una pajarita roja.
—Claro que lo acepto Josh, pero la
cuestión es que ocurrirá ahora con el gobierno planetario—respondió el tal
Kevin.
—Desde que tomaron el gobierno de
Outreach los Dragones se han inmiscuido poco en la política civil—
—¿Poco dices? Gracias a ellos
volvemos otra vez a estar en el mapa de la esfera interior y han realizado
cambios importantes en materia de seguridad, educación, sanidad, etc. Todos
estos cambios los impulso Jaime Wolf, trasladándolos al gobierno—
—Si, pero lo que me refiero es que
no hicieron cambios ostensibles en la forma de gobierno. ¿Cambiaron políticas?
Si ¿Destituyeron al equipo de gobierno? No—
—Jaime Wolf mantuvo una estabilidad
que dio pie a una recuperación económica del planeta. La cuestión es que hará
Alpin. Con MacKenzie, quizás si podíamos esperar mantener una misma línea—
—Sigue siendo el nieto de Wolf.
Según mis fuentes tiene en alta estima a su abuelo y …—
—Tus fuentes están borrachas. Según
he investigado Alpin pasa mucho tiempo con los guerreros adoptados de los
Clanes. Quien sabe que hará ese chaval que no llega a los 20 años, el cual no
creo que se haya tirado todavía a una...—Diane apago el trideo harta ya del
debate y se tiro en el sofá. Estaba cansada pero no quería quedarse en el
apartamento máxime cuando se había llevado 3 semanas en una nave de descenso.
Se levanto, se empezó a arreglar buscando algo entre informal y sofisticado.
Unos veinte minutos después salió de su edificio y se sumergió en la vida nocturna
de Inland North.
El distrito de Inland North se había
ganado en estos años la reputación de “centro de marcha” de Harlech. En este
sector se hallan numerosos locales nocturnos y bares abarrotados habitualmente
con mercenarios, estudiantes y turistas buscando un lugar de relax y diversión.
En las aceras, cada pocos metros, los locales tienen montado barras ofreciendo
bebidas y platos de distintos planetas de la esfera interior. Entre esta
multitud de lugares Diane decidió ir a uno de sus locales favoritos, el Fuji,
un restaurante japonés frecuentado por un conocido. Le gustaba el sitio porque
a diferencia del resto de lugares del distrito es bastante tranquilo,
pudiéndose conversar mientras se degustaba una excelente comida. Cuando entro
una joven vestida con un kimono de color verde jade le hizo el tradicional
saludo japonés y le guio hasta de las mesas bajas disponibles. Un minuto
después un hombre con marcados rasgos kuritanos enfundado en un kimono negro
muy sencillo se acerco a su mesa y le saludo también a la manera tradicional
mientras mostraba una sonrisa.
—Oyasuminasai Diane-san! Un placer
inesperado el que concede a mi humilde casa al visitarnos—
—Domo arigato, Hayao-san—
—¿Espera a alguien Diane-san o viene
sola? —dijo el kuritense arqueando una ceja mientras sonreía de forma picara.
—Esta noche vengo sola Hayao-san.
Solo quiero cenar tranquilamente y después charlar un poco, sino esta muy
ocupado—
—Oh, muy bien. Le diré a Misune que
le traiga la carta. Antes de irme, permita recomendarle los Maki de Flynn con
salsa de soja y sésamo, están deliciosos—
—Los probare Hayao-san, domo—
Diane decidió dejarse aconsejar por
Hayao y probo el plato que le recomendó pareciéndole exquisito. Mientras lo
saboreaba recordó cuando un nativo de Outreach había contado la historia del
Flynn. Este era un pescado originario
del planeta similar al atún rojo que se encuentra en el mar Argosyan. Su
hábitat se haya, mas concretamente, al sur del Remus, el otro continente de
Outreach. Antes no estaba muy valorado debido a la distancia a la que se
encontraban los caladeros de los grandes centros urbanos del planeta. Este
pescado se fue convirtiendo en un producto exclusivo desde que los Dragones
llegaron después de la cuarta guerra de sucesión debido al acceso restringido a
Remus instituido por los “nuevos administradores”. Desde entonces muy pocos
barcos podían llegar a esas aguas y capturarlo. La exclusividad del Flynn era
una consecuencia, según algunos, de que en Remus los Dragones guardaban sus
secretos mas oscuros. Aquel que se acercara sin el consentimiento de los
mercenarios “al otro lado de la montaña” tenia todas las papeletas de ser
volatilizado sin previo aviso. La realidad era que Remus estaba deshabitado y
los Dragones lo utilizaban como escenario para entrenamientos y reparación. En
la zona central tenían una gran instalación las Zonas de Pruebas Tetsuhara, la principal zona de entrenamiento para
los Dragones. De vez en cuando los Dragones invitaban a otras unidades
mercenarias a entrenar con ellos, como por ejemplo los Demonios de Kell, la Legión
de la Muerte Gris y otras de categoría A*.
Este código valoraba que se encontraban entre las mas profesionales y fiables
unidades mercenarias de la esfera interior. Los Cosacos nunca habían estado al
otro lado de la montaña pero si las cosas seguían así no tardarían en
invitarles según Cherenkoff. La verdad es que en ese aspecto Diane no podía
contradecir a su superior y amigo; nueve contratos todos finalizados con éxito,
algunos con mas solvencia y otros con muchas perdidas. Llegado a este punto la
mercenaria decidió dejar de pensar en el pasado y empezó a prestar atención a
su alrededor.
Diane había ya casi terminado de
cenar y la chica que le atendía le pregunto si todo había estado a su gusto.
Respondió que si y la muchacha le indico que Hayao-san quería invitarle a un
refrigerio en el patio. Acepto y siguió a la muchacha hasta un patio que se
encontraba en la parte posterior del restaurante. Diane ya había estado un par
de veces en esta zona. El patio era de forma rectangular y estaba por debajo
del nivel del restaurante medio metro. Había un gran estanque que ocupaba casi
todo el patio. El estanque lleno de carpas se llenaba con una fuente creada con
bambu. La forma del estanque dejaba dos islas, una el doble de tamaño que la
otra, que se unían mediante un pequeño puente rojo de madera. Unas losas
blancas irregulares conformaban un camino desde la entrada hasta una pequeña
pagoda donde se encontraba en la isla mas pequeña donde le esperaba sentado con
las piernas cruzadas Hayao Sadae. La muchacha le acompaño y se fue. Hayao se
encontraba junto a una pequeña mesa oscura donde había una bandeja sobre la que
reposaban dos pequeñas tazas sin asa y una botella de cerámica blanca sin
ninguna marca. La mercenaria se sentón en el lado opuesto de la mesa a la misma
forma que su anfitrión. Hayao le sirvió más o menos la mitad de la pequeña taza
y dejo la botella en mitad de la mesa. Diane tomo la botella y la sirvió de la
misma forma a su anfitrión. Noto que la botella esta fría.
—Kampai—dijo Hayao.
—Kampai—respondió Diane y después se
tomo el contenido. La fuerza del sake, aunque mitigada por el frio, hizo que
carraspeara.
Hayao rio y sirvió mas sake—Hoy hace
muy buena noche Diane-san. Dentro de poco el calor llegara—dijo el kuritano.
Diane observo a su anfitrión y este
siguió hablando—Pero antes llegara una tormenta, se nota en el ambiente—
—Quizá podáis hablarme de lo
ocurrido estos últimos días, he estado fuera como sabréis—
—Solo se lo que se ve por las
noticias y lo que me comentan los clientes—respondió tomándose un poco de sake.
—Seguro que es más de lo que yo se—
—El viejo Lobo ya no es el líder de
la manada. Lobos mas jóvenes han conseguido arrebatarle su posición—dijo Hayao
mientras giraba la cabeza para mirar al estanque—Dicen que el nieto del lobo
escucha otras voces y que no quiere seguir el camino de su abuelo. La manada
esta dividida y en la guarida está llena de enemigos del viejo Lobo—
—No son buenas noticias—dijo preocupada
la mercenaria y bajando su mirada a la taza de sake.
—Hai. Es el final de una generación
de grandes guerreros, muertos casi todos están; el Zorro, el Dragón y ahora
puede ser el turno del Lobo—
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